El intestino ha adquirido cada vez más un papel protagonista en la salud contemporánea. Según el análisis de Analítica astuta, uno de los principales factores que influyen en este escenario es el creciente interés y conocimiento por parte del consumidor sobre cuestiones relacionadas con el intestino, como la calidad de la dieta, la digestión y la importancia de cuidar la flora intestinal.
En este sentido, el análisis también destaca que:
- 75% de los adultos ahora son conscientes de la importancia de la salud intestinal;
- 65% de los consumidores prefieren incluir productos que favorezcan la microbiota intestinal como parte de las estrategias de bienestar (en los países desarrollados);
- 58% de los consumidores ya han incorporado prebióticos y probióticos en la dieta diaria;
Además, el análisis muestra que la pandemia de la COVID-19 y la creciente incidencia de enfermedades gastrointestinales impulsaron un mayor interés público.
Como ejemplo, un estudio publicado en 2022 en The Lancet Regional Health — Américas indicó que, en ocho años, hubo un aumento de 233% En la cantidad de brasileño con un diagnóstico de EII (enfermedades inflamatorias del intestino). En este sentido, vale la pena considerar que, ya en 2013, las enfermedades gastrointestinales generaban costos de aproximadamente R$ 140 millones anuales para el Sistema Único de Salud (SUS).
Mientras tanto, a nivel mundial, las estimaciones sugieren que 20% de la población tiene alguna afección gastrointestinal y 90% destas personas no buscan ayuda médica.
De acuerdo con este escenario, el inversiones en investigación e innovación asociadas a la microbiota intestinal han crecido 80% en los últimos cinco años, generando acerca de 200 nuevas patentes entre 2023 y 2024. Además, esta línea de estudio también mostró un aumento de 70% sobre el número de estudios clínicos realizados en el mismo período.
En general, esta investigación explora la interacción de la microbiota intestinal con otros órganos del cuerpo humano y puede ayudar a comprender mejor las enfermedades neurodegenerativas y metabólicas y la resistencia a los antimicrobianos.
En consecuencia, las proyecciones para el futuro de este mercado son prometedoras. Aún así, según Astute Analytica, se espera que el mercado de la microbiota intestinal supere los 579 millones de dólares (2023) y alcance unos 3.600 millones de dólares en ingresos en 2032, impulsado por una tasa de crecimiento anual estimada del 22,5%.
Pero antes de entender cómo los científicos y el mercado lograron estos resultados y proyecciones, entendamos el concepto de microbiota intestinal.
Qué es la microbiota intestinal
Microbiota es el término que se utiliza para designar ambientes específicos donde viven bacterias, hongos, virus y otros microorganismos. El cuerpo humano tiene varias microbiotas, las principales de las cuales son las intestinales, orales, vaginales, urinarias y cutáneas.
Como se señaló esto artículo de revisión, la microbiota intestinal es la más relevante para la preservación de la salud, ya que, entre sus diversas funciones, destacan la producción de vitaminas y la protección inmunológica. Para ello, cuenta con la acción conjunta de virus, fagos, arquías, hongos y bacteria. También según la revisión, la microbiota intestinal se clasifica en seis filos:
- Firmicutes
- Bacteroidetes
- Actinobacterias
- Proteobacterias
- Fusobacterias
- Verrucomicrobia
Los dos primeros se consideran los principales grupos bacterianos de la región. Al mismo tiempo, los hongos más estudiados en esta microbiota son: Cándida, Saccharomyces, Malassezia y Cladosporio.
Además, cabe destacar la diferencia entre microbiota y microbioma. Si bien los términos se utilizan con frecuencia como sinónimos,»el microbioma se refiere a la colección de genomas de todos los microorganismos de un entorno, que incluye no solo a la comunidad microbiana, sino también a los elementos estructurales microbianos, los metabolitos y las condiciones ambientales», explican los investigadores en el artículo de revisión publicado en la revista Transducción de señales y terapia dirigida, desde Naturaleza, en 2022.
La importancia de la microbiota intestinal
Desde que se iniciaron los estudios centrados en la microbiota intestinal, alrededor de 1900, como explica el microbiólogo David Relman en una entrevista con Portafolio Nature —, las principales conclusiones sobre esta región se relacionan con la digestión, la fermentación de la fibra, la producción de vitaminas (especialmente la K y algunas del complejo B) y la modulación de la respuesta inmune.
Sin embargo, el «boom» de los estudios recientes sugiere que la microbiota intestinal puede ofrecer más respuestas sobre el funcionamiento del cuerpo humano. El desequilibrio en la composición de la microbiota (disbiosis) se ha asociado a varias enfermedades, como la obesidad, la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, las enfermedades inflamatorias intestinales e incluso ciertos tipos de cáncer.
En un artículo publicado en la revista Microorganismos, en 2022, los investigadores sostienen que comprender estos desequilibrios podría allanar el camino para nuevos enfoques terapéuticos, basados en la modulación de la microbiota con probióticos, prebióticos, la dieta o el trasplante fecal.
Movimientos científicos
La microbiota intestinal se ha estudiado en diferentes frentes, y veremos algunos de ellos a continuación. Sin embargo, los principales hallazgos recientes se refieren a la comunicación en el llamado «eje intestino-cerebro». Es la interacción entre los dos órganos, que se produce a través de una conexión entre las vías neurales (como el nervio vago) y los mediadores químicos producidos por las bacterias (como los ácidos grasos de cadena corta y los neurotransmisores).
Actualmente, la evidencia sugiere que este eje influye en los trastornos neurológicos y psiquiátricos. Para ilustrar este número, a finales de abril, el portal Medscape conclusiones publicadas presentadas en Cumbre Mundial sobre Microbiota Intestinal para la Salud (GMFH) 2025.
En resumen, los científicos apuestan por la microbiota intestinal para encontrar terapias moduladoras que ayuden a tratar enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, la esclerosis múltiple y otras afecciones neurodegenerativas. Si bien muchas investigaciones aún se encuentran en la fase preclínica, es decir, se llevan a cabo solo en tubos de ensayo y en animales, los resultados sugieren que el uso de probióticos, prebióticos, dieta y trasplante de microbiota fecal (TMF) puede ser una solución prometedora para estas afecciones clínicas.
Otra línea de investigación busca entender el papel de la microbiota en el metabolismo y la obesidad. Aún así, según microbiólogo David Relman, «los investigadores descubrieron que las personas obesas tienden a tener una composición diferente de microorganismos intestinales en comparación con las personas delgadas».
Además, la ciencia ha estudiado cada vez más la relación entre la microbiota y la inmunidad. «Los investigadores ahora están estudiando cómo el microbioma puede influir en la eficacia de las inmunoterapias contra el cáncer, como los inhibidores de puntos de control. Algunos microorganismos intestinales parecen aumentar la actividad de estos tratamientos, mientras que otros pueden interferir. Se están realizando ensayos clínicos para comprobar si las manipulaciones de la microbiota, como los trasplantes fecales o el uso de probióticos, pueden mejorar los resultados del tratamiento», explicó Relman.
Sin embargo, en 2025, uno de los problemas más preocupantes es la resistencia a los antimicrobianos. En este caso, la correlación con la microbiota intestinal se debe a que el intestino humano alberga grandes grupos de bacterias, lo que forma un entorno propicio para la selección de variantes resistentes. Um estudio publicado en la revista Naturaleza y una revisión por pares mostró que incluso un período corto de exposición a los antibióticos puede provocar mutaciones persistentes en los genes bacterianos asociadas con la resistencia, como Gyra.
El mercado de la microbiota
El mercado de la microbiota intestinal aún está en pañales en América Latina, pero ya muestra signos de expansión, impulsado por el creciente interés científico, clínico y comercial.
Si bien la mayor parte del mercado mundial sigue concentrada en Norteamérica, con más del 44% del total, según datos de Investigación y mercados —, las empresas biotecnológicas y los laboratorios de análisis clínicos brasileños también están investigando el tema y ya ofrecen pruebas de microbioma para su venta directa a los consumidores (Gastos de bolsillo), así como servicios relacionados con otras microbiotas, como la microbiota femenina, que se utiliza para problemas de fertilidad, y la microbiota oral, cuyo objetivo es fortalecer la inmunidad y apoyar los tratamientos.
También hay instituciones de investigación que se asocian con centros internacionales para llevar a cabo estudios clínicos y el desarrollo de terapias personalizadas, como el trasplante fecal y el uso de cepas probióticas adaptadas a la microbiota local.
En América Latina en su conjunto, el crecimiento del sector está vinculado a tres frentes principales:
- el aumento de la incidencia de enfermedades crónicas asociadas a la disbiosis intestinal, como la obesidad y la diabetes;
- interés en las estrategias de medicina preventiva;
- y la búsqueda de alternativas terapéuticas de menor costo para los sistemas de salud con recursos limitados.
Si bien aún existen obstáculos relacionados con el costo, la infraestructura, las inversiones y la capacitación técnica, se espera que el mercado regional siga la tendencia mundial.