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De Ramazzini al agotamiento: una breve historia de la medicina ocupacional en Brasil

Una mirada a la evolución de la medicina ocupacional y al impacto de las enfermedades mentales en el contexto laboral moderno

Letícia Maia

Después de dormir, la segunda cosa que más harás en la vida es trabajar. Se estima que los seres humanos dedican entre 81.000 y 90.000 horas a actividades laborales remuneradas, unos 13 años menos que los 80 años de esperanza de vida. Con el trabajo en el centro de nuestras vidas, tiene sentido que la medicina ocupacional se haya convertido en una especialidad cada vez más importante con el tiempo.

Según Fiocruz, «la medicina ocupacional puede definirse como la especialidad médica que se ocupa de la relación entre la salud de los hombres y mujeres que trabajan y su trabajo, dirigida no solo a prevenir enfermedades y accidentes laborales, sino a promover la salud y la calidad de vida...».

Con la llegada de los ordenadores, teléfonos inteligentes y otras tecnologías, las actividades laborales peligrosas para la salud física comenzaron a representar márgenes más pequeños en el mercado laboral actual.

Aun así, según datos del Observatorio de Seguridad y Salud Ocupacional (SmartLab), una persona muere cada 3h47 debido a un accidente laboral. Todos los días se producen al menos 70 accidentes. También según SmartLab, en 2023, los accidentes laborales generaron un coste anual promedio de 13 000 millones de reales para el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), teniendo en cuenta las cantidades pagadas en prestaciones de carácter accidental.

Ahora, las leyes están comenzando a revisarse para satisfacer las demandas de la vida digital. En este sentido, en 2022 NR-1 se actualizó y comenzó a exigir a las empresas que crearan un Programa de Gestión de Riesgos (PGR), con el propósito de anticipar, reconocer, evaluar y controlar una gama más amplia de riesgos, incluidos psicosocial.

Por lo tanto, la norma acompaña al movimiento global liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que comenzó a reconocer la Agotamiento como enfermedad profesional, en consonancia con las altas tasas de enfermedad mental observadas en Brasil y en todo el mundo.

Para entender cómo llegamos a este punto, en el que la salud mental pasó a considerarse un riesgo ocupacional legítimo, es importante observar el camino que ha recorrido la medicina ocupacional desde sus inicios. La siguiente es una breve reseña histórica de esta especialidad.

La historia de la seguridad y la medicina en el trabajo

El origen de esta área médica está estrechamente vinculado a la historia de la industrialización. Uno de los primeros registros de los efectos nocivos del trabajo sobre la salud se remonta al siglo XVI, con el médico italiano Bernardino Ramazzini, considerado el «padre de la medicina ocupacional».

En 1700, Ramazzini publicó la obra De Morbis Artificum Diatriba (Enfermedades de los trabajadores), donde describió enfermedades específicas de las profesiones de la época, como panaderos, limpiadores de chimeneas y mineros. A mediados del mismo siglo, surgió la primera fase de la Revolución Industrial, que hizo que los debates sobre la relación entre la actividad laboral y la salud cobraran fuerza.

Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando se promulgaron las primeras leyes laborales y de salud en Europa, impulsadas por médicos, ingenieros y activistas sociales. En Inglaterra, por ejemplo, Ley de fábricas de 1833 limitó el número de horas trabajadas por los niños e impuso normas mínimas de seguridad. Por lo tanto, estas medidas marcaron el comienzo de una regulación sistemática de las condiciones de trabajo.

En Brasil, por otro lado, la medicina ocupacional comenzó a estructurarse en 1919, con el decreto legislativo núm. 3.724, la primera ley sobre accidentes de trabajo, que obligaba a reparar los daños en caso de enfermedades adquiridas a través del trabajo. En 1921, se fundó la Inspección del Trabajo, el primer organismo público diseñado para proteger a los trabajadores.

Sin embargo, fue en 1936 cuando la normativa comenzó a tomar fuerza, gracias a la creación del Departamento Nacional del Trabajo (DNT), responsable de hacer cumplir las leyes asociadas al entorno laboral, como las vacaciones, los accidentes, los sindicatos y el trabajo infantil. Al mismo tiempo, también se crearon inspecciones regionales, actualmente conocidas como Oficinas Regionales del Trabajo.

En 1943, estas acciones culminaron con la creación de Consolidación de las leyes laborales (CLT), legislación que incluía directrices relacionadas con la salud ocupacional, como el requisito de admisión y exámenes médicos periódicos, además del desempeño de los médicos en las empresas.

En las décadas siguientes, el fortalecimiento de esta agenda preventiva llevó a la creación de iniciativas más específicas, como el Programa de Control Médico de Salud Ocupacional (PCMSO). Lanzado en 1994, su objetivo era reforzar la provisión obligatoria de acciones preventivas centradas en la promoción de la salud de los trabajadores, según lo establecido en la NR-7 del Ministerio de Trabajo.

Cambios recientes en la legislación brasileña

Ya en 2025, lo más destacado es la NR-1 actualizada, que, según el Ministerio de Trabajo y Empleo, amplía la responsabilidad de los empleadores de proteger la salud física y mental de los trabajadores, lo que requiere un enfoque más proactivo e integrado; esto incluye todo, desde la ergonomía de las estaciones de trabajo hasta la identificación de los factores que pueden contribuir a entusiasmo, depresión y Agotamiento.

Además, después de 24 años, el Ministerio de Salud actualizó la lista de enfermedades relacionadas con el trabajo. De esta forma, se incorporaron 165 nuevas patologías, entre ellas: la covid-19, las enfermedades de salud mental, los trastornos musculoesqueléticos y varios tipos de cáncer.

Los nuevos riesgos del trabajo en la vida contemporánea

Al igual que las leyes, los riesgos asociados con el trabajo también han cambiado con el tiempo. Si en las fábricas del siglo XIX los peligros estaban en las máquinas y en la exposición a sustancias tóxicas, hoy en día los desafíos aún incluyen Estilo de vida sedentario, o estrés crónico, o Agotamiento y los impactos de la hiperconectividad.

En los últimos años, ha habido un aumento significativo de las enfermedades relacionadas con el trabajo, especialmente las relacionadas con la salud mental, con énfasis en la ansiedad y la depresión. Según el G1, en 2024 el INSS otorgó 472.328 licencias médicas asociadas a trastornos mentales, un 68% más que en 2023.

Entre las posibles justificaciones de este escenario, los debates sugieren causas como:

  • Exceso de trabajo;
  • La creciente presión por la productividad (cultura de adicción al trabajo);
  • Excesivo tiempo frente a la pantalla y en las redes sociales;
  • Indefinición entre la vida personal y profesional;
  • Falta de reconocimiento profesional;
  • Otros.

La distribución de especialistas en Brasil y los desafíos futuros

Ante un mercado con dinámicas cada vez más complejas, la medicina ocupacional deja de ser solo un requisito legal para convertirse en un punto estratégico para la salud pública y la sostenibilidad empresarial.

Pero, ¿está Brasil preparado para esta nueva demanda?

Las cifras muestran que la presencia de especialistas dista mucho de ser ideal. En 2024, la Asociación Nacional de Medicina Ocupacional (ANAMT) destacó que la demanda de este segmento había aumentado, con 20 candidatos por vacante en 2023. Aun así, la demografía médica de 2025 reveló una caída en la proporción de especialistas: hoy en día, solo el 3,3% de los médicos trabajan en esta área y el 54,8% de ellos se concentran en la región sureste.

A pesar de la variación en el número de profesionales dedicados exclusivamente a la salud ocupacional, quizás los otros esfuerzos del sector de la salud, a favor de una mayor accesibilidad a los servicios, contribuyan a preservar el bienestar de las personas. ¿Cuál es su opinión?